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Hoy, por tercera vez en mi vida, he visto como los pilares de ésta, se desmoronaban, cómo los muros se caían.

Hace tiempo, cree un escudo protector, que no deja que nadie me haga daño. O eso es lo que intento. Hay veces que me sorprendo de la entereza que demuestro en ciertas ocasiones, ciertas cosas ya no me hacen daño, todo me resbala. Luego, suelo asustarme de ser tan "fría", pero lo cierto es que no es así: el corazón tiene un mecanismo de apertura que no todos saben abrir... no es una cosa que podamos dar tan facilmente, lo que no quiere decir que no tengamos. No obstante, hay ciertas personas que tienen el privilegio de tener un cachito de él, o tienen el honor de haberme ayudado a crearlo tan fuerte y grande, como es. Hoy, sin previo aviso, una de esas personas me ha fallado, y es tan grande el dolor que siento en mi corazón, que apenas logro sentirlo. Es desgarrador, inhumano... imposible. Imposible de creer. Yo no me lo creo. Sé que no es cierto, que no lo quieres hacer, y que no lo harás. Me parece absurdo e incomprensible.

Este verano no está siendo un buen verano. No pasa nada, hay veranos buenos, y otros no tanto. Pero especialmente llevaba días pensando que era un asco, y supongo que por una mierda de examen que tengo en 10 días. Hay que ver como son las cosas, ahora ese examen ha caído del TOP de cosas importantes de ahora. Hay cosas que son de verdad, para toda la vida, que sí importan.

Me duele la cabeza y me duelen los ojos.

Este verano no ha sido muy bueno, pero espero no tener que recordarlo como el peor de todos, en el que todo se rompió. En el que todo cambió.

Tenemos vida y semanas para intentar que cambie. Eso espero. Nada es irremediable.

Por mí, por ti, por ella, ellos y por nosotros.

Está bien esto de tener un lugar donde poder vomitar las cosas.