" [...] Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Sólo esas honradas manos puede contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante. Aquel que se atreve a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y la poesía, y nadie los lavará. En su misma suciedad quedarán cegados [...]"
Bravo! :D
ResponderEliminarooooh!!! suscribo lo que dice Marco
ResponderEliminar