Sí, hoy también he soñado. Pero en este sueño ya no has salido tú. Ahora sale él. Él, él que se ha preocupado por mí. Él, él que ha estado siempre ahí. Él, él que siempre me ha cubierto la espalda, e iba recogiendo los pedazos que yo dejaba tras de mí. Pedazos de mi alma, pedazos de mis ojos, pedazos de mis sonrisas... pedazos de mí.
Por que él ha hecho todo eso mientras tú lo provocabas y ni te inmutabas... Por que para ti todo son perfiles, de tanto mirar hacia otro lado. Sigue así, cada vez verás menos.
Ahora he aprendido, he visto las señales y lo tengo claro. Pero recuerda: la última vez que hablamos fui yo la que te pregunté cómo estabas. Yo no soy como tú, que todavía no lo has hecho. Date prisa, no sea que lo hagas demasiado tarde.
Él merece salir en mis sueños. Tú, ya no.
El placer de dormirse...
El placer de despertarse...
¿Qué haríamos si no durmiéramos?
Realmente bonito!!!Me ha gustado mucho
ResponderEliminarEn verdad, son esas personas las que merecen ser protagonistas de nuestros sueños, las que siempre están ahí.
Un saludo muy fuerte!!!
Gracias caballero! ;)
ResponderEliminarPues sí, las otras no lo merecen...
Un abrazo!
Si no durmiéramos, Tranquilamente nerviosa..., estaríamos muertos, pues no soñaríamos y no soñar es sinónimo de muerte.
ResponderEliminar¡Ah! Los sueños reparadores y felices.
Me ha gustado.
Petonets,
Amber
P. D.: Si entres a AlmA AbierTa et trobaràs amb una historieta d'una nena molt maca. Fixa't que tu, sense saber-ho, has sigut qui em va donar l'idea, però també les cireres que vaig veure ahir per la ciutat... I és que l'inspiració pot estar en qualsevol lloc, tan sóls cal estar una miqueta amb el sentits ben oberts.