viernes, 30 de julio de 2010

Cosas que pasan

Cada día que pasa, pienso que la vida de mi familia es digna de ser llevada al cine...
Ni en las películas pasan tantas cosas...

A "gato" flaco todo son pulgas y "todas las familias tienen sus cosas, así que tranquila".


lunes, 26 de julio de 2010

Ni universitarios, ni chuches... ni políticos caraduras

Un político es una persona que cuenta con el apoyo de una parte de la población de un determinado país, región, etc. Supuestamente representan al pueblo, y en consecuencia actuan por el bien de la mayoría. Bueno, eso es lo que se supone y se espera de ellos, o lo que se esperaba, por que tanta corrupción y demás cosas, han hecho que la mayor parte de la sociedad desconfíe bastante y se aleje de la política.

El caso de España es un caso particular, pero de lo malo que es. Nuestra clase política ha sido incapaz de unirse por cualquier cuestión, ya sea contra el terrorismo, para paliar la crisis, etc. Bueno, una cosa sí, el poder, que es lo único que buscan, y esto se ve claramente en el caso de Euskadi, donde PP y PSOE se aliaron para no dejar que gobiernen los nacionalistas.

Bueno, yo albergo esperanzas de que esta situación cambie (no todo es blanco o negro: también hay gente honrada en política).

Todo esto era una pequeña introducción para lo que de verdad quería tratar en esta entrada. Si hay una cosa en especial que no soporto de los políticos, es que éstos se "reboten" a sus ciudadanos, a esas personas que les han puesto donde están y que les dan de comer. Un político tiene el cargo por que una parte de los ciudadanos le ha apoyado, lo que no quiere decir que todo el mundo esté contento con lo que hacen, y lo que no les legitima a callar bocas. ¿pero no se supone que estamos en una democracia y hay libertad de expresión? Obviamente, ya sé que no: Todo lo que aparece en los medios de comunicación está manipulado y moldeado, pero hasta el punto de que un político se encare a un manifestante e incluso le amenace... Tienen que saber estar y aguantar lo que les caiga... ¿Adónde hemos llegado? 

Aquí os dejo con una recopilación de los mejores momentos de "¿Quién coño eres tú para hablarme así?" que han representado nuestros políticos más "carismáticos":







Esto me ha venido a la cabeza a raíz  de unas palabras que hoy ha dicho "la lideresa", señalando que Zapatero "prohíbe los crucifijos, el tabaco y ahora va a prohibir las golosinas, la Coca-Cola, todo menos el burka, que es lo que creo que deberían prohibir". en fin... esto da para otra entrada... tiemblo de pensar que estas personas puedan gobernar España...


Pero aquí hay para todos. Ayer, el ministro de educación, Gabilondo, hizo unas declaraciones en las que se quejaba de que en España había demasiados universitarios. Una cosa inaudita. ¿Dónde se ha visto que un ministro de educación se queje de eso?Al contrario, eso es muy bueno, ya que tenía entendido que España sufre más la crisis por la baja cualificación de gran parte de trabajadores, que por ello tuvieron que recurrir a la obra (y cómo acabó la cosa ya lo sabemos todos...).

En fin,  estas declaraciones, y la lectura del Tenorio por Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso de los Diputados... no son más que una preparación para lo que nos espera. El 2011 se perfila con unas elecciones a la vista, que traerán una campaña electoral de lo más movida, llena de sandeces y estupideces, por una parte más que por la otra, y en la que quizás entre los actos de este teatro podamos ver actuar a los otros partidos, porque sí, hay más de dos.

jueves, 22 de julio de 2010

Los peligros del periodismo


- ¡Mira, mira lo que le pasa a las periodistas! y tú quieres ser periodista... - Me gritaba, con un pedazo de periódico arrugado que sostenía en su mano...
- Ay, como eres... que no fue así, hombre...
-¿Qué harás cuando un día trabajes, y un desconocido te dé un beso en la boca? ¿Eh? ¡¿Eh?!- Sin duda, su enfado e indignación iban a más...
-Mamáaaaa... mira a tu hijo, ¡dile que me deje tranquila!-
-A ver, que eso no es así, ellos ya se conocían de antes, son novios-.
- Ya, claro... un futbolista y una periodista... ¿y yo me lo tengo que creer?. Esto, esto es el peligro del periodismo, y tú quieres ser periodista... -
- Jajajajajajaja... pero que es de verdad... bueno, tú no te preocupes, que no dejaré que me hagan eso, ¿vale?
- Si no, yo le hincharé un ojo... mua ja ja ja...

En fin... interpretaciones infantiles y cabezonerías... ojalá el problema del periodismo fuera sólo ese.

viernes, 16 de julio de 2010

Más vale tener bien llenito el corazón


Paseo con sorpresa
Hace un par de días fuimos a dar una vuelta a la playa por la noche. Allí, nos encontramos a unos amigos que todos los años montan una parada en el mercadillo artesanal que hay en el paseo marítimo. Fuimos a saludarlos y estuvimos un rato hablando con ellos. Por ahí había un niño que no paraba de corretear, y que iba con los feriantes de la parada de al lado. Al poco de decirle nada, ya lo tenía sentado en mis brazos, sin parar de hablar, pero por desgracia, cosas incomprensibles. Nuestra amiga nos dijo que había llegado ese mismo día de Italia, y que los veranos solía pasarlos aquí, con sus tíos.
Era encantador y adorable y desprendía una simpatía poco usual, que dejaba prendada a la persona con la que trataba. Se apoderó de una pistola de agua que tenía uno de mis hermanos y se puso a jugar con nosotros. Yo que llevaba encima la cámara de fotos no pude resistirme a hacerle una, y él, cuando la vio, me decía "buona foto, buona foto..." y posaba para que le hiciera más.
Encontrarme con esta personita me alegro el día, si ninguna duda. Sus abrazos eran reparadores, su sonrisa mágica y sus ojos estrellitas.

"A domani" le dije, y él asintió con la cabeza y se despidió con su manita.

domingo, 11 de julio de 2010

Mentes cerradas



Ha llegado el verano,  y con él la pesadez de la gente aumenta y yo, que tengo más tiempo libre, me dedico a soportarla con resignación.

No me gusta ir a la playa y parece ser que la he fastidiado. La gente no logra entender de ninguna de las maneras que no pueda gustarme la playa, que no tenga ganas de quemarme cara al sol, de acabar como una croqueta llena de arena por todos lados, de tragarme la arena que me tira encima el chico de enfrente al sacudir su toalla, ni de que se me vuele la sombrilla, ni de estar apegada a gente rara que desconozco, ni de sentir la sensación de estar en una lata de sardinas... eso la gente no lo entiende. A ver es imposible que a la humanidad entera. Yo entiendo, y sé, que la gente se lo pasa muy bien yendo a la playa, pero sólo pido que respeten las opiniones que difieren de las suyas (cosa que no se suele hacer en absoluto), y que no me digan eso de "ay, ¡cómo eres!". Sí, soy como soy y estoy cansada de que la gente me diga cómo debo hablar, vestirme y comportarme, entre otras muchas cosas (esto dará para otra entrada...).

Curiosamente hoy me ha llegado un mail de cadena, en el que aparece lo siguiente:

Vive la plage en Chine [Viva la playa en China]

Que penseriez-vous d'un petit coin de pays sur le bord de la mer pour les prochaines vacances ?
Prochaine destination ??????
Si vous avez besoin de vacances pour vous relaxer et tout oublier...
Puis-je vous recommander une journée à la plage en Chine !!!

[ ¿Qué pensaría usted de un pequeño rincón de país al borde de la mar para las próximas vacaciones?
¿Próximo destino?
Si usted necesita vacaciones para relajarse y olvidarlo todo...
¡Puedo recomendarle un día de playa en China!]








Je me demande où sont les toilettes ???
Où stationnent-ils leur auto ???
Ont-ils des sauveteurs ???
Diable ! comment peuvent-ils bronzer ???
J'espère qu'ils ne font pas " pipi" dans l'eau ???

[ Me pregunto: ¿Dónde están los servicios?
¿Dónde aparcan sus coches?
¿Tienen socorristas?
¡Demonios! ¿Cómo pueden broncearse?
Espero que no hagan "pipi" en el agua]

Este es un caso llevado al extremo, pero más o menos es así. Lo mejor es ir a la playa muy tarde, a las 19 o 20h, ya no queda nadie, y es de lo más relajante; ya no hace calor, e incluso se pasa frío por culpa de la brisa marina.

                                                            Oliva




















viernes, 9 de julio de 2010

Animalets...



Fobia: (Del griego "phobos", pánico, miedo).

Según la RAE, es la aversión obsesiva a alguien o algo, o un temor irracional compulsivo.

Bien, pues leyendo esto y viendo lo que me pasó hace unos días, creo que tengo una fobia: a los lagartos, lagartijas, "andragons"... llámese cómo se quiera...

Yo iba tranquilamente a guardar los platos en el armario cuando, mios ojos miopes (bueno, el ojo miope, que sólo es uno...) no quisieron dar crédito a lo que veían. Al principio pensé que quizás era la pintura que había saltado a consecuencia de la humedad, o por lo que fuera, pero luego tuve que aceptar la realidad: eso era un lagarto enorme y gordo.

Así que "tranquilamente nerviosa" (nunca mejor dicho), me dirigí a mi habitación y pensé: "¿Ahora qué?. Y es que el problema era que mis padres estaban fuera, y que no iban a volver hasta dentro de un día, más o menos. Decidí llamar a mi madre, y ver qué me decía. Obviamente, no podía hacer demasiado, pero yo necesitaba hablar con alguien. Como es lógico, mi madre me sugirió que, como "la campeona" que estoy hecha, cogiera la escoba y el insecticida y intentara deshacerme de él. Yo me negué en rotundo: ¿y si me saltaba encima o huía? La segunda opción fue abrir la ventana, a ver si se iba. "Jamás", dije yo, ¿y si hacía de "efecto llamada", y luego en lugar de uno, tuviera dos animalillos en la pared de mi cocina?  La tercera opción era dejarlo ahí, y olvidarse de él. "Pero mamá, ¿cómo quieres que conviva con eso?" le grité yo a mi madre a través del móvil. Sí, en esos momentos, yo no hacía otra cosa que gritar histérica y además, llorar como una magdalena. Finalmente decidimos llamar a mis tíos por si podían venir y echarme una mano.

Durante la espera, no podía evitar pasar por el lugar y alzar la vista: ¿y si, de repente, desaparecía?
En el transcurso de ese tiempo, pensé en lo perversa que es la mente humana. Lo que más me corroía era pensar por dónde había entrado el bichejo, ya que los ventanales de la cocina yo nunca los abro (por esta fobia precisamente, ya que desde mi infancia van entrando lagartos...). Había dos posibilidades: qué llevara días por ahí, o que hubiera entrado por el comedor y se hubiera paseado por la casa. Las dos me estremecían. Lo otro cruel era la imaginación, esa que tanto solemos buscar. Cinco minutos antes de percatarme de su presencia, yo estaba fregando los platos a unos tres pasos de él. Viendo cómo estaba colocado y sabiendo que no estaba allí antes, yo ya me imaginaba limpiando inocentemente con el lagarto en el techo a punto de caerme encima: mi gran horror.

Cuando vinieron mis tíos, comprobaron la complicación de la tarea, ya que el lagarto estaba justo al lado de un armario, con lo que habían altas probabilidades de que cayera detrás, y aunque tomamos medidas para que esto no pasara, es lo que finalmente sucedió. Así que tuvieron que quitar las cosas que había encima del armario y apartarlo y entonces... el animalillo no estaba. Descubrimos que se había escondido bajo del armario, ya que éste tenía patas y no llegaba hasta el suelo

Finalmente todo acabó con la cocina hecha un desastre con todas las cosas por medio, y una escoba rota...

A mí, esta actitud me detesta. Ojalá fuera capaz de coger al animalillo y soltarle en la calle. Al fin y al cabo, él no tiene culpa de nada (ya sé que es indefenso y tiene miedo a los humanos), supongo que los humanos en algún momento invadimos su hábitat, pero yo no puedo verlo dentro de mi casa, por la calle y la montaña que vaya por donde quiera. Además,me consuelo pensando que esto viene de familia: mi madre y mis tías también les tienen pánico, y es que, por lo visto, mi abuela gritaba cuando veía uno, pero según ella era "por miedo a que se escaparan".

Escribo esto, y tengo de fondo el sonido de "San Fermín". Parece ser que hay un toro rezagado que está "triunfando". En fin... pobres "animalets"... Si a mío me horroriza ver un bicho pequeño en mi casa, ¿cómo deben sentirse ellos invadidos y maltratados por nosotros (que en muchos casos somos infinitamente más grandes)?

Las bromas no paran. Siempre que se lo cuentas a alguien, esta persona se ríe, inconsciente de lo mal que se pasa en estas situaciones. Yo prometo no volver a reírme de las personas que vienen a mi casa y usan las escaleras, por miedo al ascensor.

P.S. : Lo he pasado fatal eligiendo la fotografía, además, como pie de foto ponía "Crío lagartijas!"